Translate

viernes, 2 de octubre de 2015

A mi bonita manera

Viajé más allá de lo que mi imaginación podía. Viajé donde no había tanto mal. Pero si más borrosidad. Más pasión. Y menos promesas. Donde el tiempo se esfumaba. Donde la locura salía. Donde me perdí. Y me he dado cuenta que a todos nos hace falta vivir un poco más. Y ahorrarnos esas penas que nos matan por dentro. Que a veces la verdad está en vivir una bonita mentira. Porque la realidad no es tan dulce. Busquemos la felicidad al final del vaso. Bailemos hasta la última canción. Es tiempo de vivir. Durante unas horas. Enamorémonos de nuestro infierno.




El riesgo pone a la gente cachonda. Y hoy creo quererte. Mañana quien sabe. Y durante unas horas hablamos de amor. Vemos pasar trenes. A la vida en sí. Y reímos entre olas como si la vida fuera nuestro mejor chiste. Estamos en el paraíso. En la cima. O eso parece. La noche nos engaña. Demasiado amor en ella. Y falta de ello en la resaca. En la resaca de nuestras locuras. Ya no me cuestiono como vivir. Vivo. A mi bonita manera. 










 

jueves, 9 de julio de 2015

Que seria el amor si no fuera tan así..

Que todo pase rápido. Los días, días son.  Y es que nos hemos olvidado de disfrutar. Reímos sin ganas. Perdemos oportunidades día y noche también. Y es que tal vez se nos haya olvidado el sentir. El sentir de verdad. Hoy en día olvidamos rápido. O eso intentamos aparentar. Hablamos de tanto. Y a la vez de tan poco. Y se nos ha olvidado lo de soñar con los ojos abiertos por las esquinas. Y derrumbar en nuestra locura. Cuantas veces nos repetimos nuestras mentiras hasta creernoslas. Cuantas veces decimos "ni una mas". Somos almas libres que deberían tener un hogar. Un corazón al que volver y sentirse en casa. Dejar de escapar. Que el amor no sería amor si no fuera tan así.  Tan jodido. Sólo intento decir con esto que el mismo infierno puede llegar a ser el cielo. Y si la soledad es lo único que nos queda. Entonces tenemos algo

martes, 9 de junio de 2015

Sin rumbo.

Hablábamos de hacer las cosas bien. Pero perdimos la cordura. Entre tantas cosas. Y volver a querer. Esta tan lejos. He visto mi corazón en un vuelco. Y mi cabeza un disco duro rallado. Las palabras como gotas de lluvia. El silencio una ruidosa salida. Y no se porque pero los días más tristes me apetece recordarte con un helado de chocolate bien frio. Nunca fui la mejor opción. Con mis idas y venidas sobrevivía. Y parece que en el precipicio te das cuenta de todo. Tus errores, tus alegrías, incluso aquel momento en el que veía como la vida se iba. Me gustaba balancearme  con mis sueños. Y soñar más que dormir. Quiero hacer algo más grande que cada uno de estos horizontes y precipicios. Una solución para olvidar este maldito recuerdo. Pretendí romper las reglas. Y mi barco se hundió. Enamorados perdimos lo que nos alimentaba. El amor. Decíamos tal para cual. Y tal fue eso lo que falló. Porque faltar. Nos faltaba hasta el aire cada vez que nos besabamos en cada una de las esquinas de su portal. Y ahora aquí.  Siguiendo el ritmo de la vida. Rompiendo olas. Malgastando bocas.

domingo, 3 de mayo de 2015

¿Cómo habría de saludarte?

Decían que observara silenciosamente el sonido de la vida. Y que mirara como las notas se movían. Y yo les decía que dónde esta la fortaleza sin ti. Preguntaba sin respuesta. Todos se basaban en unos principios. Y los que no. Vividores perdidos. Y hubiera preferido que la vida me venciera. No el corazón. Y hubiera preferido caer desde el mismo big ben. Que de tu vida. Y tiene una sonrisa, y un que haría estallar mil corazones. Hablábamos de destino. Y como traicionarle. Las luces comienzan a apagarse. Y empiezo a recordar en voz baja. Y susurro demasiado rápido. Más de lo normal.



 Te perdí en una de las carreras de la vida. Y durante la tormenta. Prometimos bajo tus sábanas. A la vida en si. Y a nosotros mismos. Eran las tres de la mañana cuando solo quería soñar más y dejar el dormir para después. Y me doy cuenta que la vida sigue. Pero la mía no. Que nuestros mundos se alejan cada vez más. Que para volver a verte tendría que atravesar este desierto. Que me consume. Que me atrapa. Y mira lo rotos que estamos. Ahogarme en tus versos rotos. Y veo la destrozada mirada mía. Mira como te vas con treinta y siete grados de más. Me siento apagando un incendio. Y a la vez recogiendo las pruebas de un crimen. Y sin frenos, chocamos con un muro que se hace llamar "vida". Vida, la que tengo que llevar en ruinas. Desgaste. Sueños en fuga. Tu. Yo. Distancia que ninguna ciudad nos dió. Solo nuestras cabezas. Y dónde están los corazones. Me recorrí media ciudad en tu búsqueda. Y volví en soledad. Caminando por las viejas calles. Era tan solitaria. Que ni mil bocas me salvarían de esto. Pide perdón. Pero porqué. Si aquí ya no hay reglas. Quería un mundo sin reglas. Pero nunca vi que la traición acompañaba a esto. Y si, te susurraba cada noche. Cada amanecer. Tantas promesas. Y rotas. Me asomaba a la ventana en búsqueda de un nuevo día. Y mejor. Las copas sabrían mejor sobre tus sábanas. Y supongo que el pasado nos atormenta. Y nos volvemos tan locos buscando el marcha atrás. Tuve un sueño que no era del todo un sueño. Y dime,¿Cómo habría de saludarte?



miércoles, 15 de abril de 2015

You always make me go

Donde está esa próxima salida que busco tanto. Pero eres tan azúcar y tan salado. Que prefiero quedarme para conocer tu intermedio. Ese intermedio que nadie conoce. Y en un ático hacer " Las mil maravillas". Tú eras tan blanco y yo tan de negro. Que ahora quiero que agotemos ganas en el mismo infierno. Quiero dedicarte un poema cada mañana. No prometo que sea bueno. Pero prometo que sonreirás. Y si el destino no quiere. Yo quiero luchar contra el. Quiero que vivamos el amor. Y a la vez el deseo. Ese deseo de verte pasear tus sueños en mis sábanas. Quiero un escape. Donde podamos contemplar al mundo. Y donde enseñemos a la lujuria. Y solo pido que no te vallas. Que te quedes a soñar. Conmigo, por supuesto. Y cojamos esa salida de emergencia juntos. Pero ya es demasiado tarde. Y mis tardes de domingo se han convertido en una tarde fría de invierno. Y eso que estamos en primavera.


lunes, 2 de febrero de 2015

reglas rotas.

Tenía una loca pasión. Una pasión que desmontaba mi vida. Tal vez en pedazos. Pedazos que no se recomponían nunca. Pero al fin y al cabo. Seguía viviendo. Viviendo en un tormento. O igual una dulce melodía. Le doi a los dos límites. Y no hablemos de yo y lo imposible. Continua guerra. Y caiamos otra vez. Tentación. Y algo mas. Sin horizontes. Y con muchos impedimentos. Una extraña forma de querer. Y no remedio. Me estanco en tantas cosas. Pienso en las noches. Y sueño en el día. Y tengo tantos dilemas. Como defectos. Se me escapa la vida en cada sonrisa. Soy totalmente mía. Tenía tantas locuras. Locas de rematar. Y no voy en búsqueda de soluciones. El destino es mi éxito. O mi ruina. Tiemblo. Tiemblo de verdad. Veo perder mi batalla. Y tirito. Y no de frío. Me vi tan capaz. Que no. Y no os cuento mis tres inviernos. Salia el sol. Y en estas cuatro paredes parecía que llovía. Llovía como nunca. Las paredes gritaban. Y todavía te preguntarás donde me quedé. Y donde nos quedamos. Intento ver el presente. Pero me haces correr a un futuro. Lejos. Donde mi único choque sea contra una ola. O tal vez con una sonrisa. Dejémoslo en un no dulce intento. Por lo mejor. Por tu bien. Por mi mal. Y escribiría al universo para matarles con mis pensamientos. Me hallaba en dos locuras. Que dilema. Verdad. Y no hablemos de verdades. Nos perdemos en el intento de decirlas. Y creo consumirme.